Expolio
La riqueza en recursos naturales que posee el Sahara Occidental ha condenado a su pueblo, paradójicamente, a ver negado su derecho a disponer de estos recursos, que han sido explotados, primero por una potencia colonial (España) y, más tarde, por una ocupante (Marruecos).
El descubrimiento de yacimientos de fosfatos en suelo saharaui durante el periodo colonial acrecentó el interés por el territorio más allá de la simple perspectiva expansionista que se había tenido hasta entonces. A partir de este momento, el control del terreno comenzó a verse como una fuente de ingresos.
Marruecos no tardó en reclamar el territorio como suyo e inició una marcha militar sobre el Sahara dando así comienzo a una ocupación que continúa hasta la actualidad.
A día de hoy y 50 años después del primer hallazgo de las minas de fosfato, el expolio ilegal de recursos naturales saharauis no se reduce simplemente a este mineral, sino que se extiende a otros sectores como: la pesca, los áridos, las energías renovables y la agricultura.