Expolio

La riqueza en recursos naturales que posee el Sahara Occidental ha condenado a su pueblo, paradójicamente, a ver negado su derecho a disponer de estos recursos, que han sido explotados, primero por una potencia colonial (España) y, más tarde, por una ocupante (Marruecos).

El descubrimiento de yacimientos de fosfatos en suelo saharaui durante el periodo colonial acrecentó el interés por el territorio más allá de la simple perspectiva expansionista que se había tenido hasta entonces. A partir de este momento, el control del terreno comenzó a verse como una fuente de ingresos.

Marruecos no tardó en reclamar el territorio como suyo e inició una marcha militar sobre el Sahara dando así comienzo a una ocupación que continúa hasta la actualidad.

A día de hoy y 50 años después del primer hallazgo de las minas de fosfato, el expolio ilegal de recursos naturales saharauis no se reduce simplemente a este mineral, sino que se extiende a otros sectores como: la pesca, los áridos, las energías renovables y la agricultura.

Fosfato

El fosfato es uno de los recursos naturales más explotados en el Sáhara Occidental. Su uso es imprescindible para la producción de fertilizantes, por lo que varias multinacionales extranjeras relacionadas con el sector minero han decidido aumentar su presencia en el territorio.

Western Sahara Resource Watch estima que tan solo en el año 2021, el régimen marroquí obtuvo un beneficio de 349,1 millones de dólares mediante la exportación de este mineral. La extracción de este mineral supone la perpetuación de las malas condiciones en las que la población saharaui vive en su propio territorio. Varios activistas denuncian la precariedad que sufren las pocas personas autóctonas que tienen acceso al trabajo en este sector.

Pesca

Las costas del Sahara Occidental gozan de un banco pesquero de 150.000 km cuadrados con más de 200 especies de peces y 60 tipos de crustáceos y moluscos. El Gobierno marroquí es el mayor productor de pescado en África y se estima que los productos pesqueros suponen un 55% de las exportaciones alimenticias.

En septiembre de 2021 el Tribunal General de la UE anuló los acuerdos pesqueros con Marruecos por incluir en ellos al Sahara Occidental. A pesar de ello, la presencia de barcos de pesca europeos es cada vez más numerosa, incluso utilizando técnicas y herramientas de pesca ilegales y dañinas para el medioambiente.

Arena

Las costas del Sahara Occidental gozan de un banco pesquero de 150.000 km cuadrados con más de 200 especies de peces y 60 tipos de crustáceos y moluscos. El Gobierno marroquí es el mayor productor de pescado en África y se estima que los productos pesqueros suponen un 55% de las exportaciones alimenticias.

En septiembre de 2021 el Tribunal General de la UE anuló los acuerdos pesqueros con Marruecos por incluir en ellos al Sahara Occidental. A pesar de ello, la presencia de barcos de pesca europeos es cada vez más numerosa, incluso utilizando técnicas y herramientas de pesca ilegales y dañinas para el medioambiente.

Energías renovables

Debido al clima propicio para el desarrollo de parques eólicos y fotovoltaicos, actualmente hay nueve en las provincias de Tarfaya, Bojador, El Aaiún y Dajla.

De este modo, el gobierno marroquí consiguen importar multinacionales que apuestan por las energías renovables y dar una imagen de progresismo en el continente, mientras que viola sistemáticamente a personas de origen saharaui.

De esta forma, Marruecos deja sin atender las denuncias de violaciones flagrantes de los derechos humanos y consigue crear la ilusión del respeto al territorio y al medio ambiente.

El estado marroquí ha sido miembro activo del Grupo Internacional de Expertos en la Medición del Turismo Sostenible en los últimos años, promoviendo el ecoturismo en el Sáhara Occidental sin el consentimiento de los saharauis. Los saharauis no tienen acceso a los puestos de trabajo que ofrece este sector, por lo que los beneficios económicos no llegan a los necesitados.

Agricultura

El Sahara Occidental se caracteriza por tener un terreno fértil y conveniente para el cultivo, de manera que hasta ahora, Marruecos dispone de 12 plantaciones agrícolas cercanas a Dajla. Un 80% de la producción de estas plantaciones consiste en tomates que finalmente se acaban exportando a países europeos.

Una vez más, el Gobierno marroquí se sirve de este sector para seguir manteniendo la ocupación en el Sahara Occidental, ya que las directivas de las empresas agrícolas que trabajan en el territorio saharaui están todas directamente relacionadas con la monarquía marroquí y establecen como política importar trabajadores marroquíes con el fin de aumentar la presencia de colonos.